Un mundo nuevo apareció ante nosotras cuando descubrimos las galletas decoradas.
Fue no hace mucho, pero lo tuvimos claro: había que hacerse con el kit básico para intentar hacer esas maravillas. Con ilusión todo se alcanza en esta vida, así que lo intentamos. La verdad es que aún hoy, unos meses después de la primera vez, cada vez que nos ponemos a ello, terminamos con lo que nosotras llamamos "la bandeja de los fracasos". Somos autodidactas, así que vamos aprendiendo a base de equivocarnos. Es triste, pero es así, jejejeje.
Pasamos buenos ratos, nos reímos de los desastres que liamos, pero también hay veces que triunfamos, no lo vamos a negar.
Para celebrar el cumpleaños de los hijos de unos amigos, hicimos unas galletas. Marcos cumplía dos años y su hermanita Rocío tan sólo uno. Son unos primores...
Pensamos que a Marcos podrían gustarle unas galletas de Bob Esponja, y la verdad es que no nos equivocamos. No sabemos cómo, pero con lo pequeñajo que es, fue capaz de comerse dos seguidas (y no son de las pequeñitas precisamente...).
Hicimos varias en versión mini y las embolsamos junto con otras de numeritos indicando los años que cumplía cada uno. Quedaron chulas ¿no?
Para redondear un poco el conjunto, las embolsamos con lacios de colores y las metimos en una cesta con colores acorde. Así nos quedó.
Nos encantó hacerlas, porque la verdad es que ponemos la ilusión en cada galleta, así que lo mejor del mundo es comprobar que gustan.
Gracias a todos los asistentes al cumpleaños de los peques por vuestros halagadores comentarios.
Agradecemos a Nani Mosteo el tutorial tan magnífico que tiene para decorar estas galletas. Nos sirvió estupendamente. Somos unas fans de Nani incondicionales. Ya os hablaremos en futuras entradas de quiénes son nuestras maestras virtuales, porque os aseguramos que hay auténticas artistas haciendo galletas.
Por cierto, disculpas por las fotos, no son muy buenas, también en esto tenemos que mejorar.
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