Estamos contentas con el resultado, pero lo cierto es que habíamos planeado muchas cosas más (como un espléndido candy bar que quedó en idea y nunca llegó al mundo real), que por falta de tiempo, no hemos podido llevar a cabo. ¿Por qué los días no tienen 237 horas? Aunque mucho tememos que ni aún así nos organizaríamos lo suficientemente bien como para hacer todo lo que queremos. En fin, habrá que conformarse con las convencionales 24.
Todo empezó decidiendo la temática de la fiesta. Tratándose de Celia, estaba absolutamente claro: Rapunzel.
Planeando todas las necesidades, la primera fue la elección de disfraz. Y sí, habéis acertado: el de Rapunzel, claro. Pero ahí llegó el primer contratiempo. El disfraz oficial tiene manga larga, y claro, nada más odiado por Celia, ¿una manga larga en verano, por muy de tul que sea? No hubo manera.
Para solucionar el tema, las cabezas galletistas empezaron a funcionar y decidimos hacer unas galletas de vestido de Rapunzel, pero de tirante, más al gusto de la cumpleañera. Eso, junto con los soles, emblema del reino de la princesa de larga cabellera, fue el detalle elegido para que se llevasen los pequeños invitados.
Aquí tenéis el vestidito tuneado. En la foto no se aprecia muy bien, pero lleva brillantina (otro de los platos fuerte en la vida de Celia):
Y los soles, como ella:
Y luego llegó el plato fuerte: la tarta. Sin duda lo más maravilloso de la tarde, fue ver la cara de todas las amiguitas de Celia, cuando vieron aparecer el pastel. Reconforta ver que acostarse a las tantas de la mañana ha valido la pena.
Estamos muy contentas con el resultado, aunque en nuestro afán perfeccionista, le encontramos algunos fallos. Para empezar, el calor no ayuda mucho a estas tartas, pues el relleno tiende a deshacerse y el corte no es limpio, eso desmerece un poco el resultado final (también se come por los ojos, y más estos postres). Pero en general, para ser la cuarta tarta que hacemos, está muy bien (por muy feo que esté que lo digamos).
En cuanto a los "desastres" vividos en las últimas horas, lo más destacado serían las bizcoletas frustradas que residen en el frigo, porque quedaron feas e inacabadas. En fin, asignatura pendiente.
Gracias por seguirnos, hasta el próximo post (y perdón por lo largo que es, nos emocionamos y claro...)
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Y ahora, nota personal en primera persona (por primera vez desde que nació el blog) para las mamás y papás invitados: mil gracias por traer a vuestros niños. Celia se lo ha pasado en grande. Espero que todos vosotros también. Y miles de gracias más por todas vuestras palabras tan amables. Mucho piropo en poco tiempo, estoy digiriendo, jejejejejeje.
Gracias, gracias.
Elena.
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Vaya tarta!!! Falta la foto de Celia cuando la viese.
ResponderEliminarMe la como, a la tarta y a Celia.
Guauuu me encanta las galletas son super bonitas ...además te han salido perfectas!!!!! Y la Tarta que chulada lo de la trenza!! Felicidades te quedo to super original!!!!!!!! Tomo nota ..en casa tengo tres niñas!!! le va a encantar!!!
ResponderEliminarBesos
Sandra
Madre mia tia ya me imagina la carita de Celia al ver las galletas pero al ver la tarta vamos a mi me hacen eso y es que me desmallo os lo prometoo jajajajaja
ResponderEliminarUmmmmm, veremos qué podemos hacer...
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