A estas alturas del mes de Diciembre, toooodos los blogs de repostería (o de cualquier otra temática) que visitamos están llenos de referencias a la Navidad en todas sus formas: galletas, cupcakes, tartas, regalos, decoración...
La Navidad invade todo. Pero es curioso el poder de las imágenes y el mundo globalizado. Vivimos una Navidad completamente estereotipada. Seguro que muy pocos pensamos en que en otras partes del mundo, no tiene ningún sentido relacionar estas fiestas con un abeto nevado. ¡Si en la otra parte del globo es verano! Nunca harán un muñeco de nieve con gorro y bufanda y quizás un Papá Noel (residente en el mismísimo Polo Norte) les pillará tan lejos, que no forme parte de su tradición.
Es por esto que hoy nos vamos a desmarcar y vamos a enseñaros unas galletas que hicimos en verano (¡toma ya!). Fueron para agradecer a una abuela los cuidados y atenciones que dedica a sus nietos. Esto sí que debe ser universal: el cariño de los abuelos hacia sus nietos y su capacidad de renuncia, para echar una mano a los papás de las criaturas. Qué haríamos sin ellos...
Son unas flores con sus macetas, muy del gusto de la abuelita homenajeada. Las vimos en el blog de Sweet Sugar Belle, que es la mejor galletera del mundo conocido (tiene un tutorial estupendo). No pudimos resistirnos, y las versionamos, colocando una mariquita en cada flor.
¡Vaya plantación! Había estas y muchas más ¡¡¡¡y no duraron un asalto!!!!
Un saludo para todos los que nos leéis al otro lado del charco (donde no hace frío en Navidad). ¡Felicidad para vosotros también!
PD. No penséis que somos raras, nosotras también hemos sucumbido a la oleada navideña... ya veréis en los próximos días, a ver si tenemos tiempo de hacer todo el dulce navideño que tenemos en mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario