Allá por febrero, a la altura del día de San Valentín, horneamos varios corazones, y los utilizamos para experimentar. A este par, le dimos forma de novios.
Ni la ejecución de las galletas ni la foto son muy buenas, pero nos daba pena dejar esta parejita perdida para siempre.
Hay infinidad de galletas decoradas de forma similar en la red, así que muy originales no es que sean, pero no por ello dejan de ser bonitas, y nos parece un detalle estupendo para regalar a los invitados de una boda.
¿Qué os parecen? A ver quién se casa pronto, que tenemos ganas de repetirlas y que queden ¡¡¡¡perfectas!!!!
¡Feliz lunes!
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